miércoles, 9 de enero de 2019

TEORÍAS DE PERSONALIDAD

Personalidad

La personalidad es el patrón único de pensamientos, sentimientos y conductas de una persona que persiste a lo largo del tiempo y en diversas situaciones.

Teorías Psicodinámicas 

Las teorías psicodinámicas de la personalidad consideran que la conducta es resultado de la dinámica psicológica dentro del individuo. Muy a menudo esos procesos ocurren fuera de la conciencia.

Sigmund Freud 

Para Freud, el fundador del psicoanálisis, nuestra personalidad está arraigada en la dinámica del inconsciente, constituido por todas las ideas, pensamientos y sentimientos de los que normalmente no tenemos conciencia. Freud identificó a los instintos sexuales y agresivos como las principales pulsiones inconscientes que determinan la conducta humana. De acuerdo con Freud, la personalidad está compuesta por tres estructuras. El ello, la única estructura de la personalidad que está presente al nacer, opera en el inconsciente de acuerdo con el principio de placer, pues trata de obtener placer inmediato y de evitar el dolor. El yo, el vínculo del ello con el mundo real, controla todas las actividades de pensamiento y razonamiento consciente y opera de acuerdo con el principio de realidad. Trata de postergar la satisfacción de los deseos del ello hasta que puedan satisfacerse de manera segura y efectiva en el mundo real. El superyó actúa como el guardián moral o conciencia de la persona y la ayuda a funcionar en la sociedad. También compara las acciones del yo con un yo ideal de perfección. 

En opinión de Freud, cuando el yo es incapaz de controlar los impulsos del ello de forma que sea aceptable para el superyó, experimenta ansiedad y recurre al uso de mecanismos de defensa para reducir la incomodidad causada por la ansiedad. Esas técnicas de autoengaño para reducir la ansiedad incluyen la negación, que consiste en rehusarse a reconocer una realidad dolorosa o amenazante; represión, que permite excluir de la conciencia los pensamientos incómodos; proyección, que consiste en atribuir a otros los propios motivos o sentimientos reprimidos; identificación, mediante la cual se adoptan las características de alguien más para evitar sentirse incompetente; regresión, que implica volver a la conducta y las defensas infantiles; intelectualización, que permite distanciarse de los problemas estresantes pensando en ellos de manera abstracta; formación reactiva, que consiste en expresar ideas o emociones exageradas que son lo contrario de las creencias o sentimientos reprimidos de la persona; desplazamiento, un mecanismo para cambiar los motivos y emociones reprimidas de un objeto original a un sustituto; y sublimación, que supone redirigir los motivos y sentimientos reprimidos en canales socialmente más aceptables. 

Freud llamó libido a la energía generada por el instinto sexual. Conforme el bebé va madurando, su libido se concentra en diferentes partes sensibles del cuerpo. Una fijación ocurre si se priva de placer, o bien, se permite que el niño experimente demasiado placer de la parte del cuerpo que domina una de las cinco etapas del desarrollo (oral, anal, fálica, de latencia y genital) y entonces hay energía sexual que permanece vinculada a esa parte del cuerpo. Se denomina complejo de Edipo o de Electra al fuerte apego hacia el padre del sexo opuesto y los celos al padre del mismo sexo; ambos complejos se desarrollan durante la etapa fálica. 

Carl Jung 


Jung creía que el inconsciente consta de dos componentes distintos: el inconsciente personal, que contiene los pensamientos reprimidos, experiencias olvidadas e ideas no desarrolladas del individuo; y el inconsciente colectivo, un río subterráneo de memorias y patrones de conducta que fluye hacia nosotros de generaciones previas. A lo largo de milenios, la mente humana ha desarrollado ciertas formas de pensamiento llamadas arquetipos, las cuales dan lugar a imágenes mentales o representaciones mitológicas.

La persona, uno de los muchos arquetipos descritos por Jung, es la parte de nuestra personalidad por la cual somos conocidos por los demás, como una máscara que nos ponemos para presentarnos ante el público. Otros dos arquetipos importantes son el ánima, la expresión de rasgos femeninos en un hombre, y el ánimus, la expresión de rasgos masculinos en una mujer. Jung también creía que la gente por lo general exhibe una de dos actitudes hacia el mundo. Los extrovertidos se interesan en las otras personas y en el mundo en general, mientras que los introvertidosse interesan más en su propio mundo privado. Jung dividió además a las personas en individuos racionales, que regulan su conducta mediante el pensamiento y el sentimiento, e individuos irracionales, que basan sus acciones en percepciones. 

Alfred Adler 

Adler creía que la gente posee motivos positivos innatos y se esfuerza por alcanzar la perfección personal y social. Originalmente propuso que el principal moldeador de la personalidad es la compensación, el intento del individuo por superar las debilidades físicas reales. Más tarde modificó su teoría para destacar la importancia de los sentimientos de inferioridad. Se dice que la gente tiene un complejo de inferioridad cuando se fija tanto en sus sentimientos de inferioridad que se queda paralizada por ellos. Todavía después, Adler concluyó que los esfuerzos por alcanzar la superioridad y perfección, tanto en la vida propia como en la sociedad en que uno vive, son cruciales para el desarrollo de la personalidad. 

Karen Horney 

Para Horney, la reacción de una persona a los peligros o amenazas reales o imaginarias, a la que definió como ansiedad, es una fuerza motivadora más fuerte que la pulsión sexual o libido. Creía que existen varias tendencias neuróticas o estrategias que la gente usa para afrontar los problemas emocionales, y que esas estrategias se reflejan en el tipo de personalidad: el tipo sumiso de personalidad, cuya estrategia es acercarse a los demás (sumisión); el tipo agresivo de personalidad, cuya estrategia consiste en atacar a los otros (agresión); y el tipo desapegado, cuya estrategia implica alejarse de los demás (desapego). Horney enfatizó que muchos de los rasgos de la personalidad que distinguen a las mujeres de los hombres son determinados por la cultura y no por la anatomía. 

Erik Erikson 

Para Erikson, la calidad de la relación entre padre e hijo influye en el desarrollo de la personalidad, pues contribuye a determinar si el niño se siente competente y valioso y si es capaz de formar un sentido seguro de identidad. Erikson creía que la personalidad se desarrolla a lo largo de la vida. Bosquejó ocho etapas de la vida: confianza frente a desconfianza, autonomía frente a vergüenza y duda, iniciativa frente a culpa, laboriosidad frente a inferioridad, identidad frente a confusión de roles, intimidad frente a aislamiento, generatividad frente a estancamiento e integridad frente a desesperación. El éxito en cada etapa depende de si los ajustes en las etapas previas fueron exitosos. 

Evaluación de las teorías psicodinámicas 

Las teorías psicodinámicas han tenido un profundo impacto en la forma en que nos vemos a nosotros y a los demás, así como en las artes. Sin embargo, algunas de las teorías de Freud han sido criticadas como poco científicas y ligadas a la cultura, en especial las ideas relativas a la envidia del pene en las mujeres y los complejos de Edipo y de Electra. Alguna evidencia experimental apoya la existencia del inconsciente, pero esta investigación no muestra un vínculo claro entre los procesos inconscientes y la personalidad. Como terapia, el psicoanálisis ha demostrado ser benéfico en algunos casos, pero no más que otras terapias. 

Teorías humanistas

La idea de Adler de que el individuo se esfuerza de manera perpetua por alcanzar la perfección estableció las bases para la teoría humanista de la personalidad. 

Carl Rogers 

Para Rogers, la gente desarrolla su personalidad al servicio de metas positivas. El impulso biológico a convertirse en lo que podemos ser recibe el nombre de tendencia a la realización. Además de tratar de realizar nuestro potencial biológico, intentamos satisfacer nuestro sentido consciente de quienes somos, a lo que Rogers llamó tendencia a la autorrealización. Una persona con funcionamiento óptimo es alguien cuyo autoconcepto coincide estrechamente con sus capacidades innatas. La persona con funcionamiento óptimo generalmente fue criada con consideración positiva incondicional, pues tuvo la experiencia de ser valorada por los demás independientemente de sus emociones, actitudes y conductas. A menudo los niños crecen recibiendo consideración positiva condicional, es decir, están en contacto con padres y otras personas que sólo aceptan y valoran algunos aspectos de su individualidad. Esas personas tienden a desviarse de sus capacidades innatas para construir una personalidad más acorde con la forma en que son vistas por los demás. 

Evaluación de las teorías humanistas 

Las teorías humanistas de la personalidad sufren la falta de evidencia científica. Además, se les critica por adoptar una visión demasiado optimista de la naturaleza humana y por promover una visión del yo que fomenta el egocentrismo. Sin embargo, la investigación sobre las terapias humanistas, en particular la terapia centrada en el cliente de Rogers, ha demostrado que promueve la autoaceptación. 

Teorías de los rasgos

La idea de Adler de que el individuo se esfuerza de manera perpetua por alcanzar la perfección estableció las bases para la teoría humanista de la personalidad. 

Los teóricos de los rasgos insisten en que cada persona posee una constelación única de rasgos de personalidad fundamentales. Los psicólogos están en desacuerdo respecto al número de diferentes rasgos de la personalidad. Gordon Allport argumentaba que era factible emplear varios miles de palabras para describir los rasgos de la personalidad humana. Raymond Cattell identificó 16 rasgos básicos usando una técnica estadística llamada análisis factorial. Eysenck argumentaba que la personalidad podía reducirse a tres dimensiones básicas: estabilidad emocional, introversión-extroversión y psicoticismo. 

Los cinco grandes 

Recientemente, una cantidad considerable de investigaciones se ha concentrado en la importancia de cinco rasgos básicos de la personalidad. En los cinco grandes se incluyen la extroversión, afabilidad, escrupulosidad, estabilidad emocional y cultura o apertura. Los cinco grandes rasgos parecen ser universales entre culturas y cierta evidencia sugiere que podrían tener, en parte, una base fisiológica. 

Evaluación de las teorías de los rasgos 

Las teorías de los rasgos son principalmente descriptivas. Proporcionan una manera de clasificar las personalidades, pero no explican por qué la personalidad de un individuo es lo que es. Pero las teorías de los rasgos tienen la ventaja de que es sencillo probarlas experimentalmente, y la investigación apoya el valor del modelo de cinco factores para determinar con precisión la personalidad. 

Teorías del aprendizaje cognoscitivo-social

Las teorías del aprendizaje cognoscitivo social consideran que la conducta es el producto de la interacción de cogniciones, aprendizaje y experiencias previas y el ambiente inmediato. 

Albert Bandura 

Bandura sugiere que ciertas expectativas internas determinan la forma en que una persona evalúa una situación y que esa evaluación tiene un efecto en la conducta de la persona. Las expectativas llevan a la gente a comportarse de acuerdo con estándares de desempeño únicos, que son medidas de excelencia determinadas individualmente mediante las cuales juzga su conducta. Quienes tienen éxito para satisfacer sus estándares de desempeño internos desarrollan una actitud que Bandura llamó autoeficacia. El locus de control es una expectativa prominente. La gente con un locus de control interno cree que puede controlar su destino mediante sus acciones, mientras que la gente con un locus de control externo cree que su destino depende del azar y de la conducta de otros. 

Evaluación de las teorías del aprendizaje cognoscitivo-social 

Las teorías del aprendizaje cognoscitivo-social evitan la estrechez de las teorías de los rasgos y conductuales, así como la dependencia de estudios de caso y evidencia anecdótica que debilita a las teorías psicodinámica y humanista. Las expectativas y el locus de control pueden probarse científicamente y han demostrado ser conceptos útiles para predecir la salud y la depresión. Sin embargo, dichas correlaciones no proporcionan evidencia concerniente a las causas de la conducta.

Evaluación de la personalidad 

Los psicólogos usan cuatro métodos diferentes para evaluar la personalidad: la entrevista personal, la observación directa de la conducta, las pruebas objetivas y las pruebas proyectivas.

La entrevista personal 

Existen dos tipos de entrevistas personales. Durante una entrevista no estructurada, el entrevistador hace preguntas acerca de cualquier material que surja en el curso de la conversación, así como preguntas de seguimiento cuando es apropiado. En una entrevista estructurada, el orden y el contenido de las preguntas son fijos y el entrevistador no se desvía del formato. 

Observación directa 

Los teóricos conductistas y del aprendizaje social prefieren la técnica de la observación directa de una persona a lo largo del tiempo para determinar la influencia ambiental en su conducta. Este método de evaluación de la personalidad no confía en los autorreportes y brinda una buena idea de la gama de conductas de una persona, pero es costoso, se lleva mucho tiempo y es susceptible a las malas interpretaciones. 

Pruebas objetivas 

Las pruebas objetivas de la personalidad, como el Cuestionario de Dieciséis Factores de la Personalidad, el NEO-PI-Ry el Inventario Multifásico de la Personalidad de Minnesota (MMPI-2) se aplican y califican de acuerdo a procedimientos estandarizados. El uso de esas pruebas es económico y su calificación es sencilla, pero confían en el autorreporte que hace la gente de su propia conducta. 

Pruebas proyectivas 

Es más probable que los teóricos psicodinámicos utilicen pruebas proyectivas, las cuales constan de estímulos ambiguos que pueden generar un número ilimitado de respuestas y que, se supone, dan a conocer el inconsciente. La prueba de Rorschach consta de 10 manchas de tinta que la persona interpreta. La Prueba de Apercepción Temática (TAT)pide a la gente que elabore historias acerca de 20 imágenes.

Bibliografía y Webgrafía

- Morris, Ch. G. y Maisto, A. A. (2005). Psicología (Duodécima edición). México: Pearson Educación. (Cap. 10). Páginas 407, 408 y 409.

- Símbolo Psicología gifs.  Imagen Recuperada de:
https://linkorigins.blogspot.com/2014/11/gifs-de-psicologia.html

- Sigmund Freud.  Imagen Recuperada de:
https://experienciafreudiana.wordpress.com/2015/05/02/sigmund-freud-y-la-ansiedad-de-influencia/

- Carl Jung.  Imagen Recuperada de:
https://www.descodificacionbiologica.es/historia-transgeneracional-de-carl-jung/

- Alfred Adler. Imagen Recuperada de:
https://psicologiaymente.com/biografias/alfred-adler

- Karen Horney.  Imagen Recuperada de:
https://psicologiaymente.com/biografias/karen-horney

- Erik Erikson.  Imagen Recuperada de:
https://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/3570/Erik%20Erikson

- Carl Rogers. Imagen Recuperada de:
https://psicocristinaferrer.wordpress.com/2017/05/06/la-terapia-centrada-en-el-cliente-de-carl-rogers/

- Albert Bandura. Imagen Recuperada de:
https://webspace.ship.edu/cgboer/banduraesp.html


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